El Parkinson es la segunda enfermedad degenerativa después del Alzheimer

22/04/2014
La enfermedad de Parkinson ya fue descrita de forma preliminar en el año 1817 por James Parkinson. Se trata de una serie de alteraciones y síntomas que se deben fundamentalmente a una pérdida de más del 80% de las neuronas dopaminérgicas de un área cerebral denominada sustancia negra. Esto afecta a áreas cerebrales fundamentales tanto de la región motora , como de las asociativas, del aprendizaje, emocional y de recompensa.
Se considera el segundo trastorno neurodegenerativo más frecuente en la actualidad. La causa última de esta enfermedad se desconoce, entrando en juego factores genéticos, tóxicos o ambientales.
Es una enfermedad crónica, progresiva, que está caracterizada por la presencia de síntomas motores típicos (temblor, dificultad para realizar movimientos finos, rigidez) y síntomas no motores (alteración olfatoria, alteración del sueño, alteración emocional…).
La enfermedad de Parkinson idiopática es una enfermedad relacionada con la edad y afecta alrededor de 1% de adultos mayores de 60 años, aunque existen casos en personas más jóvenes.
En las fases iniciales no se muestran los síntomas típicos, solamente señales como alteración o falta del sentido del olfato o trastornos del sueño REM (es la fase del sueño que proporciona más descanso). Paulatinamente, según transcurren los años (de 4 a 6) van apareciendo temblor de reposo, primero unilateral (suele empezar en una mano) y posteriormente bilateral. También se produce bradicinesia (dificultad o lentitud para realizad movimientos o destrezas finas, como abrocharse los botones o atarse los cordones). Otro de los síntomas cardinales es la rigidez (las extremidades se muestran como “tubos de plomo”, con movilidad en “rueda dentada”). Paulatinamente van apareciendo dolores y rigideces musculares, alteración de equilibrio, incontinencia urinaria nocturna, alteraciones emocionales (cuadros ansioso-depresivos) y por último deterioro cognitivo y demencia. Otros síntomas frecuentes son cara inexpresiva, letra muy pequeña al escribir, disminución del braceo con flexión de codos y postura levemente encorvada en deambulación, pasos pequeños, salivación excesiva, sequedad ocular, dificultad para tragar, discurso difícil de comprender…
El tratamiento ha de abarcar todos estos síntomas, y ha de ser planificado conforme a las necesidades de cada una de las personas afectadas. Existen varios fármacos muy útiles, como la levodopa, que mejora muy significativamente la calidad de vida, pero que a la larga produce síntomas motores. También hemos de tratar los síntomas no motores, como la depresión y todos los demás.
Recientemente se han introducido tratamientos quirúrgicos, como la implantación de electrodos cerebrales que estimulan zonas afectadas, muy efectivos para control del temblor. Pero solo se pueden utilizar en pacientes seleccionados.
El objetivo último es mejorar la calidad de vida del afectado y su familia. Para ello se han mostrado altamente eficaces las actividades rehabilitadoras que llevamos a cabo en Vitalia. Realizamos actividades de estimulación cognitiva. Terapia ocupacional para mejorar las destrezas manipulativas. Fisioterapia para disminuir contracturas y rigideces y mejorar la marcha y el equilibrio. Psicoterapia para mejorar los cuadros anímicos de ansiedad y depresión, presentes en casi la totalidad de los afectados.
José María Moral
Médico de Vitalia Alcalá de Henares