La importancia de la Fisioterapia en la Tercera Edad – Fisioterapia Geriátrica

La importancia de la Fisioterapia en la Tercera Edad – Fisioterapia Geriátrica

15/12/2020

En la sociedad española actual se va incrementando el número de personas mayores, siendo este sector poblacional más grande también debido a que crece la esperanza media de vida.

Sin embargo, el que vivamos más años no asocia un buen estado de salud, sino que se va produciendo un deterioro psíquico y social, pero sobre todo físico.

Además, el envejecimiento arrastra un conjunto de patologías tales como la artrosis, artritis reumatoide, osteoporosis, etc., sin olvidar las lesiones que con más frecuencia se producen en las personas mayores, como las fracturas de cadera o los accidentes cerebrovasculares.

Las consecuencias de la inmovilidad son graves y numerosas. No se debe aconsejar el reposo en cama como un plan terapéutico para los ancianos, salvo casos inevitables o excepcionales, pues esto entraña efectos físicos, psicológicos y sociales adversos, tales como:

  1. Alteración del metabolismo.
  2. Trastorno psicológico de tipo depresión y desarrollo de delirio.
  3. Alteraciones musculoesquelética, que incluyen fatigas, contracturas, atrofia muscular y disminución de la densidad ósea.
  4. Complicaciones cardiopulmonares, pues como consecuencia del encamamiento prolongado se produce una alteración de los reflejos vasculares y una disminución del volumen plasmático, todo lo cual predispone a la hipotensión postural. Es bien conocida la aparición de tromboflebitis, tromboembolismo pulmonar, atelectasias y neumonías después de aspiración.
  5. Consecuencias gastrointestinales y genitourinarias, tales como: estreñimiento, impactación fecal, incontinencia urinaria o fecal e infección urinaria. Un problema de gran interés para la rehabilitación del anciano es la prevención de las caídas, por lo cual resulta importante analizar las causas que originan estas en el hogar y sus consecuencias.

Causas fundamentales de las caídas en las personas mayores

Las caídas son un problema clínico grave en las personas mayores, tanto por su frecuencia como por sus consecuencias físicas, psíquicas y sociales.

Varios factores relacionados con la edad, que interactúan con un medio agresivo y peligroso, contribuyen a la inestabilidad y a las caídas. Para una mejor comprensión, estas se dividen en 3 grupos:

  1. Caídas accidentales: En los pacientes con alteraciones sensoriales, los riesgos ambientales deben ser cuidadosamente valorados, puesto que incluyen: suelos resbaladizos, iluminación excesivamente intensa o escasa y piso húmedo en el baño (con obstáculos y sin barras), taza de baño muy baja, entre otros.
  2. Caídas sin síncope: Las enfermedades que producen deterioro sensorial, neurológico, cognitivo o musculoesqueléctica incrementan el riesgo de dichas caídas:

- Enfermedades cardiovasculares y neurológicas: Afectan el control postural, producen marcha anómala y, por tanto, favorecen las caídas (parkinsonismo, parálisis, tumores intracraneales y neuropatías periféricas, entre otras).

- En la demencia, la producción de caídas aumenta por una falsa interpretación de los peligros ambientales y de las propias capacidades.

- Los fármacos sedantes diuréticos, hipotensores, antidepresivos y otros, al disminuir los reflejos y afectar el sistema vestibular, favorecen las caídas.

  1. Caídas con síncope: Son caídas provocadas por trastornos cardiovasculares, tales como infarto agudo del miocardio, estenosis aórtica, miocardiopatías, vasos vagales, incremento de tono vagal con bradicardia e hipotensión.
  2. Otros:

- Posición oscilante

- Problemas visuales

- Disminución del flujo sanguíneo cerebral

- Reducción de la fuerza muscular

- Osteoporosis

- Postura adoptada por los ancianos, con el tronco inclinado hacia delante y desplazamiento del centro de gravedad por delante de la base de sustentación.

- Enfermedades como diabetes mellitus, neumonía, hipotermia, hipertensión arterial e isquemia cerebral, entre otras.

Consecuencias de las caídas

  1. Traumatismos: Fracturas de cadera o de Colles, columna vertebral, costillas y fémur, que ocasionan hospitalización, disminución de la fuerza muscular y la movilidad, así como dependencia funcional e incluso la muerte.
  2. Miedo a caer. Incide en la actitud del paciente para caminar con independencia y mantener la capacidad funcional en las actividades de la vida diaria.
  3. Repercusiones en el ámbito social: dependencia y aislamiento social.

Evaluación funcional – Historia Fisioterapéutica

Con la valoración geriátrica integral se determina la capacidad del paciente para realizar toda una serie de actividades concretas, que le permiten vivir de forma independiente, es decir, las actividades básicas de la vida diaria, consideradas como tales aquellas que devienen imprescindibles para cubrir las necesidades elementales: autoalimentarse, vestirse, controlar el esfínter, mantener la higiene personal y caminar por sí mismo.

Tratamiento Rehabilitador Fisioterapia

La rehabilitación geriátrica es el conjunto de actividades sociales encaminadas a buscar la mejor incorporación de la persona que se encuentra en la tercera edad a la macrosociedad y microsociedad. Es un esfuerzo cotidiano integrado por un equipo multidisciplinario para devolverle un mejor estado funcional y socioambiental que les ayude a mantener o maximizar la función cuando la recuperación total no es posible.

Galería de

Imágenes

Compartir en: