02.06.2012
Durante mucho tiempo los científicos se han preguntado por qué individuos que sufren una lesión similar desarrollan respuestas de dolor tan distintas. Algunos se recuperan sin volver a sentir dolor mientras que otros quedan con dolor crónico para el resto de su vida. Ahora, una nueva investigación en Estados Unidos parece haber encontrado la respuesta: las emociones de un individuo determinan qué probabilidad tendrá de sufrir dolor crónico. Encontraron que la respuesta emocional de cada persona a la lesión es distinta e involucra la comunicación entre dos regiones del cerebro: la corteza frontal y núcleo accumbens. Estas regiones están encargadas de las emociones y la motivación. Los escáneres mostraron que entre mayor la comunicación entre estas dos regiones, mayor la probabilidad de que el individuo desarrolle dolor crónico.