Testimonios de

Familiares

No podía dejar de contaros que hoy mi madre ha vivido una experiencia  nueva, motivadora e ilusionante. Ha sido muy emocionante ver cómo intentaba responder a las preguntas de Antonio compartiendo la actividad con Consuelo desde la pantalla de la tablet. Los momentos que comparte con vosotros y ahora con su compañera Consuelo, son un soplo de la vida cotidiana que ahora añora por la situación que vivimos todos.

Agradecemos profundamente la labor tan encomiable que lleváis a cabo, la disposición a emprender nuevas  actividades y el apoyo que nos dais a las familias en todo momento.

Termino parafraseando las palabras de mi madre según se ha despedido hoy:  “mañana también hay Vitalia, ¿no?”

Espero que vuestro balance haya sido tan positivo como el mío.

Han pasado ya tres meses desde que mi madre está con vosotros, y una vez más quiero daros las gracias por todo lo que estáis haciendo por ella.

Como ya comenté en un correo anterior, los días de antes de empezar, estaba muy mal. Todo fue un rápido deterioro desde que estuvo ingresada en el hospital a mediados de octubre. Brotes psicóticos, agresividad… en fin, que no sabíamos qué hacer. Y todo suponía un gran sufrimiento para ella.

Pero a los dos o tres días de empezar, todo eso había desaparecido. ¡Y estaba encantada!

Un día fui a verte para preguntarte si podíamos hacer algo el día de su santo, si celebrabais alguna actividad entonces, y tu respuesta fue: “¡Aquí lo celebramos todo!”

Mi padre está encantado  y cada vez le gusta más ir. Incluso durante el tiempo que ha estado más bajo, no se lo perdía por nada del mundo

¡Es genial!

Me encanta poder estar siendo testigo de esto

Millones de gracias

Quiero decirte lo que nos ha dicho el neuropsicólogo que le evaluó a mi santo esposo seis meses antes de que lo recibiérais en Vitalia.

Como Antonio dice le ha puesto sobresaliente. Y ha hecho especial mención de vuestro trabajo en Vitalia.

Sigo bendiciendo el día que os conocimos

Querida Sandra. Decirte que me alegró conocerte/conoceros, es poco decir.

Mil gracias por el rato tan estupendo que me dedicaste, por la información que me diste y por todas las facilidades que pusiste a mi disposición.

¡Sigue haciendo el bien! Eres muy afortunada ya que tienes una estupenda plataforma para ello en tu centro de trabajo. Nada gratifica más que tender una mano a quien sufre. Lo habrás comprobado ya.

Como en esta vida todo tiene su lado bueno, si nos empeñamos en buscarlo, esta enfermedad de mi cuñado ha tenido de bueno que os he conocido y ¡créeme! me siento muy afortunada por ello. No siempre se encuentra uno en su camino personas tan encantadoras.

Y generosas, que eso es un plus que no abunda

Quiero agradeceros en nombre del resto de los hermanos todo lo que habéis hecho por mamá durante todos estos años y el apoyo que supuso para papá vuestra atención para con ellos.

Os deseo muchos éxitos en vuestra labor con otras personas que, como nuestra madre, se han visto afectadas por el alzheimer

Testimonios de

Profesionales