Efectos de la soledad sobre la salud de las personas mayores (Parte 2)

Efectos de la soledad sobre la salud de las personas mayores (Parte 2)

10/12/2020

La soledad emocional y la soledad social

Weiss (1983) en su libro Loneliness: the experience of emotional and social loneliness, diferenció entre dos tipos de soledad: la soledad emocional y la soledad social y cada una de ellas se produce por diferentes motivos, está acompañada de distintas sensaciones y puede ser eliminada con diferentes estrategias. La soledad emocional es la respuesta subjetiva a la falta de una figura generalizada de apego.

La soledad social puede resultar de la pérdida de roles sociales, tal y como sucede cuando uno se queda viudo o cuando se jubila o si se muda a un barrio donde no es bien acogido, por ejemplo. Cualquier evento que conlleve una pérdida de contacto con las personas con quienes uno compartía sus preocupaciones, puede generar este tipo de soledad.

La investigación de Jong Gierveld y van Tilburg (2010) desveló que las mujeres mayores informaban de sentimientos más intensos de soledad emocional que los hombres, lo que los autores justificaron por el hecho de haber más mujeres sin pareja, con mala salud y con dificultades económicas. Sin embargo, los hombres puntuaban más alto en soledad social que las mujeres. Otras investigaciones han confirmado esta tendencia de que los hombres suelen ser más “socialmente solos” y menos “emocionalmente solos” que las mujeres (Dykstra & Fokkema, 2007; Dykstra & de Jong Gierveld, 2004; Green, Richardson, Lago & Schatten-Jones, 2001).

La importancia de la integración social en un centro de día con tus iguales es relevantemente importante.

La soledad está marcada por depresión e insatisfacción, la soledad del aislamiento emocional viene acompañada de ansiedad, mientras que la soledad del aislamiento social está dominada por el aburrimiento y la sensación de estar siendo excluido.

La integración social posibilita que el individuo reciba los más diversos tipos de apoyo, lo que facilita su vida cotidiana. Cuando necesita un consejo u otro tipo de apoyo, el individuo socialmente integrado tiene a quién recurrir, pero el que está socialmente aislado, no. Estar socialmente integrado también produce placer y gratificación, ya que la red social es la base para que ocurran las actividades sociales (Weiss, 1983). Estar socialmente integrado significa “pertenecer a…”, “ser parte de…”.

Seguiremos avanzando con el tema, feliz semana.

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