Mayores: qué pasa cuando se pierde músculo.

Mayores: qué pasa cuando se pierde músculo.

11/01/2021

Sarcopenia es una enfermedad musculo esquelética asociada a la edad con pérdida de la masa y función muscular. Es una patología de gran prevalencia en la población adulta mayor. Su etiología es multifactorial donde influye la nutrición, estilo de vida y factores hormonales. Se recomienda tamizar a todo adulto por encima de los 65 años con el cuestionario SARC-F. Su diagnóstico es probable si se demuestra una pérdida de fuerza muscular, ya sea mediante la prueba de fuerza agarre mano o la prueba de levantarse de una silla sin apoyo de las manos. Se confirma el diagnóstico si a esto se le añade una prueba que demuestre baja masa muscular (para lo cual DXA es el más recomendado) o en la calidad muscular. Es un caso severo al presentarse una prueba de la marcha menor a 0.8 m/s. Actualmente no existe ningún fármaco aprobado para su uso, por lo que el manejo se basa en entrenamiento de resistencia y aumento de ingesta proteica.

 

Abordaje multimodal

Como con todos los problemas complejos, los expertos se inclinan por abordarlos en todas sus dimensiones, lo cual suele implicar que participen en el tratamiento profesionales de diferentes disciplinas. Annemie Schols, de la Universidad de Mastrich (Holanda), dice que -la solución está ahí, en la perspectiva multimodal, y tal como se ha aplicado y se ha aceptado en otras enfermedades en cuyo tratamiento participan diferentes profesionales, como otras enfermedades-.

Una gran revisión de lo que sabemos sobre la sarcopenia, firmada por expertos de la Universidad McMaster de Canadá y publicada en la revista Frontiers in Nutrition el año pasado, puede servir de modelo para la situación actual. Para empezar, ellos sugieren utilizar un método razonablemente sencillo para una primera aproximación a la actividad de cualquier persona en cualquier grupo de edad: el recuento de pasos diarios. También advierten de que los efectos de la inactividad y la pérdida consecuente de masa muscular son dañinos en mayores y en jóvenes, de modo que no basta confiar en la capacidad de recuperación “mágica” por efecto de los años.

 

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