ESCUELA DE FAMILIAS-GRUPOS DE APOYO

ESCUELA DE FAMILIAS-GRUPOS DE APOYO

01/01/2015

En esta ocasión aprovechamos para recibir consejos y aprender estrategias sobre cómo manejar y afrontar diferentes situaciones problemáticas que se pueden presentar en las fiestas navideñas en nuestro papel de  cuidadores principales de personas con algún tipo de dependencia.

Hablamos de lo importante que es seguir manteniendo las rutinas en la medida de lo posible. Cada familia debe plantearse la conveniencia o no de que el familiar enfermo esté presente en tal o cual festejo, pues en algunos casos, es posible que no se sienta cómodo ante  circunstancias que supone para él o ella un drástico cambio en su mundo cotidiano. No es menos cierto que este tipo de reuniones pueden ser beneficiosas, ya que estar con sus seres queridos le emociona y de alguna forma le recuerda buenos momentos vividos en épocas anteriores. Y compartir las Fiestas es también bueno para sus familiares y cuidadores, que comprueban cómo la persona mayor con una alteración neurológica puede aún disfrutar de la música y el buen ambiente. Otro aspecto importante es que intentemos anticipar y distribuir las tareas de los preparativos navideños para así evitar la sobrecarga de los cuidadores.

En etapas leves de enfermedades como el Alzheimer o el Parkinson podemos,  además fomentar las aficiones habituales del mayor y procurar que desarrolle pasatiempos que estimulen su atención y concentración. Una de las formas en que la familia puede ayudarle en esta etapa inicial, consiste precisamente en responsabilizarle de las compras cotidianas detallándoselas en una lista, y ayudarle en las compras extraordinarias, como los regalos y ornamentos de la Navidad.

Respecto de los pacientes que se encuentran en fases más avanzadas y que ya no son conscientes de muchas cosas de su entorno, hemos de tener presente que siempre percibirán el afecto, la cercanía y la calidez de los seres queridos, por lo que hay que intentar integrarlos en las fiestas. Una sonrisa, una palabra amable, un gesto afectuoso, un abrazo sentido, una escucha atenta, una mano cálida en la espalda, una mirada tierna o un apretón de manos cariñoso, son gestos que pueden llegar al alma y llenar de gozo el corazón de nuestros seres queridos y enfermos.

Además recordamos que los últimos estudios neurológicos reflejan que la música es el estímulo al que más son capaces de responder los enfermos de Alzheimer y otro tipo de demncias, incluso en la etapa más avanzada de su dolencia. Las melodías estimulan algún mecanismo en el cerebro y al parecer es el que más tiempo perdura en el registro neuronal. El paciente con problemas de memoria suele reaccionar positivamente ante la música que escuchaba en su juventud o niñez, y que ahora le sigue causando alegría, tranquilidad y bienestar.

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