Síntomas
Manifestaciones articulares:
En la mayoría de los casos, la Artritis Reumatoide comienza de manera insidiosa, con síntomas inespecíficos, hasta que debuta como poliartritis, sobre todo de manos, muñecas, rodillas y pies. Presenta una distribución simétrica y, característicamente, afecta a las manos, aunque puede hacerlo a cualquiera de las articulaciones mencionadas. Las que más frecuentemente se dañan son las metacarpofalángicas y los carpos, aunque también las interfalángicas proximales y las metatarsofalángicas.
La sintomatología articular comienza con dolor, inflamación y rigidez matutina prolongada de más de una hora de duración. Además, pueden aparecer tenosinovitis, rotura de tendón, debilidad y atrofia muscular, entre otros síntomas. Con la evolución de la enfermedad la articulación se deforma dando lugar a luxaciones y subluxaciones. Las deformidades más frecuentes son la desviación en ráfaga cubital, el dedo en martillo o la deformidad en Z. En los pies es característico el hundimiento del antepié, el hallux valgus y los dedos en martillo, entre otras.
Manifestaciones extraarticulares:
En la mayoría de los casos no tienen demasiada importancia clínica, sin embargo, en ocasiones, son el principal signo de actividad. Estos síntomas son muy habituales en pacientes con cifras de Factor Reumatoide elevadas, sin embargo, algunos síntomas como la astenia son muy frecuentes.
- Nódulos reumatoideos: Lo más frecuente es que aparezcan en zonas de presión, por ejemplo el codo, el tendón de Aquiles, la Rodilla, etc. Aparecen cuando el Factor Reumatoide es positivo, son de consistencia dura, muestran una adhesión a planos profundos y son indoloros, excepto en el caso de que se sobreinfecten.
- Manifestaciones Oculares: La Queratoconjuntivitis seca es la manifestación ocular más frecuente.
- Manifestaciones Pleuropulmonares: Aparecen más a menudo en hombres y las más importantes son:
- Pleuritis: Inflamación de la pleura.
- Fibrosis pulmonar: Afecta sobre todo a la base del pulmón y puede aparecer en Artritis Reumatoides graves.
- Nódulos pulmonares: Puede aparecer tan sólo uno, o varios, generalmente asintomáticos, aunque pueden producir una cavitación y sobreinfectarse. Aparecen principalmente en localización periférica y en los lóbulos superiores.
- Bronquiolitis obliterante: Enfermedad respiratoria obstructiva crónica de la vía respiratoria inferior
- Hipertensión pulmonar: Aparece con poca frecuencia pero empeora mucho el pronóstico.
- Vasculitis Reumatoide: Puede producir lesiones en los dedos aisladas como consecuencia de una arteritis, hasta cuadros de afectación sistémica con implicación del Sistema Nervioso Periférico. Aparece en AR grave de larga evolución
- Afectación cardíaca: La pericarditis es la más frecuente y suele ser asintomática.
- Neurológicas: Se puede producir una compresión de los nervios periféricos debido a la inflamación de la sinovial o como consecuencia de las deformidades de las articulaciones. También es frecuente el Síndrome del Túnel Carpiano o el atrapamiento de otros nervios como el N. Cubital o el N. Radial.
- Óseas: Es frecuente la osteoporosis de etiología multifactorial.
- Renales: En el tratamiento de la AR se utilizan fármacos renotóxicos.
- Hepáticas: Como consecuencia de la propia enfermedad o debido al uso de determinados fármacos. La cirrosis biliar primaria se asocia con las enfermedades autoinmunes, como es el caso de la AR.
- Síndrome de Felty: Esplenomegalia y neutropenia. En AR de larga evolución.
- Amiloidosis: Es infrecuente.
- Hematológicas: Anemia.